Los niños necesitan adultos que se tomen el tiempo necesario para hablar con ellos y escucharlos, que les alienten a tener nuevas experiencias y que les animen cuando algo sea difícil y exija perseverancia. Los niños también necesitan ejemplos que les muestren cómo lidiar con los conflictos y cómo reconciliarse después.
Los padres deben proteger a los niños de peligros que todavía ni siquiera se imaginan. Por este motivo, deben establecer límites y fijar reglas claras. Sin embargo, también es importante que los niños aprendan a decidir por sí mismos, que desarrollen una opinión propia y que sean capaces de decir «sí» o «no».
Tómese en serio los sentimientos e ideas de su hijo/a desde su infancia, anímelo/a a expresarse y dele una serie de espacios en los que pueda decidir por sí mismo. De esta forma, le ayudará a desarrollar su confianza y sus cualidades personales.