El precio de la vivienda es el estipulado como alquiler mensual en el contrato de alquiler. A esto hay que añadir los costes adicionales, así como los gastos derivados de la electricidad, el gas, la línea telefónica, la conexión a Internet o la televisión por cable.

En los costes adicionales se incluyen también la calefacción, el agua, el trabajo del conserje, el mantenimiento del jardín, las aguas residuales y la basura, entre otros. El contrato de alquiler debe advertir siempre de estos costes adicionales y delimitarlos con exactitud. De lo contrario, no serán admisibles. Los costes adicionales se dividen de manera proporcional entre los inquilinos. También existen costes adicionales que no se pueden cobrar a los arrendatarios.

Normalmente, usted pagará una parte de los costes adicionales de manera mensual junto con el pago del alquiler de la vivienda. A estos se les llama pagos a cuenta. Después, al menos una vez al año recibirá una liquidación final. Si la cuantía de los pagos a cuenta es menor que la cuantía de la liquidación final, deberá abonar la diferencia. Si, por el contrario, los costes son menores, se le devolverá la cantidad que haya pagado de más. Controle detalladamente la liquidación final, ¡puede merecer la pena!

¿Qué es un depósito de alquiler?

El depósito de alquiler (también llamado fianza) le sirve al arrendador como garantía en caso de que haya cuotas mensuales no abonadas, facturas pendientes de gastos adicionales o desperfectos en la vivienda a los que deba hacer frente. El depósito ascenderá como máximo a tres meses de alquiler. El inquilino deberá depositar dicha fianza en una cuenta bancaria especial (cuenta de depósito o de fianza); esta cuenta estará a nombre de dicho inquilino. Por lo general, el depósito y sus intereses se le restituirán inmediatamente una vez que abandone la vivienda. En todo caso se retirarán las cantidades necesarias para cubrir cuotas mensuales de alquiler pendientes o daños en la vivienda.

También existe la posibilidad de firmar un contrato con una compañía de seguros para una garantía de fianza. El depósito se establece a través de la compañía de seguros. Este servicio está sujeto al pago de cuotas anuales. La ventaja que ofrece es que su dinero no estará bloqueado en la cuenta de depósito y podrá disponer de él con total libertad; el inconveniente es que cada año pagará una serie de cuotas de un par de cientos de francos. Lo más económico es reunir uno mismo el dinero para el depósito.