La falta de ejercicio puede causar enfermedades. Las consecuencias posibles son dolores de espalda, sobrepeso o enfermedades cardiovasculares (por ejemplo, infarto). Por ello, realice todos los días al menos media hora de ejercicio activo. Por ejemplo, salga a caminar rápido, a montar en bicicleta, a nadar, a correr o dedíquese a tareas de jardinería o del hogar. Estos 30 minutos se pueden repartir en 3 periodos de 10 minutos al día. Suba por las escaleras en lugar de tomar el ascensor o las escaleras mecánicas. De esta forma podrá incorporar un ejercicio sano a su día a día.
Además, resulta fundamental que también los niños se muevan durante al menos una hora al día. Por este motivo, las clases de educación física de la escuela son muy importantes. Los niños se moverán todavía más si acuden regularmente a un centro o asociación deportivos, por ejemplo, a un club de fútbol.