Cuando se pasa por dificultades económicas, resulta tentador solicitar un microcrédito para poder financiar un nuevo coche o unas vacaciones. Pero cuidado, los microcréditos o los créditos privados son caros, puesto que los bancos pueden exigir hasta un 15 % de intereses anuales.
En algunas situaciones, un microcrédito puede ser una solución adecuada para superarlas. Sin embargo, el consumo continuo a crédito es algo que se desaconseja vehementemente ya que, de esta forma, estará cargando su presupuesto doméstico durante un largo periodo de tiempo, lo que puede resultar especialmente crítico si se queda sin trabajo.
Las ofertas en cuanto a microcréditos son muy distintas, por lo que merece la pena compararlas con detenimiento y calcular detalladamente los costes antes de decidirse por una. Considere también otras alternativas como pedir un préstamo a familiares o amigos, que puede resultar más económico, o decídase por ahorrar y realizar la compra cuando se la pueda permitir. Esta es la opción más económica y, además, genera una mayor ilusión.